viernes, 22 de marzo de 2019

Obtuve el puesto, ¿y ahora qué hago?

5 tips para dominar las transiciones laborales con mayor éxito




Enviaste tu hoja de vida, te llamaron a la entrevista, hiciste las pruebas necesarias y luego de un periodo de angustiosa espera te avisaron que el puesto es tuyo. Colgás la llamada, gritás, saltás, abrazás a quien tenés al lado y luego de unos minutos de euforia pensás: “¿Y ahora qué hago?”. No importa si este es tu primer trabajo, si estás cambiando de empleo, si te promovieron o te trasladaron de departamento o de oficina… Luego de disfrutar esa breve victoria personal tras recibir la buena noticia, viene esa pregunta que te pone a pensar cómo vas a hacer para demostrar que verdaderamente sos la pieza adecuada para el perfil que aplicaste.
Es probable que el futuro te asuste demasiado si te quedás pensando en esta pregunta, o que incluso te inunde un mar de dudas ante la incertidumbre y expectativa de lo que viene por delante, pero afortunadamente existen algunas técnicas recomendadas por expertos que harán que la adaptación al nuevo empleo sea más fluida y menos escabrosa. Uno de esos expertos es Michael D. Watkins, un autor de Harvard Business Review Press especializado en la aceleración de la incorporación y la transición en las empresas, y quien en su ya clásico libro “Los primeros 90 días” explica diez claves para llegar cuanto antes al llamado “punto de equilibrio” donde podremos aportar un valor similar al que recibimos de la empresa. A continuación, te presentamos 5 de esos consejos:
1. Preparate: dejá tus viejos hábitos atrás y empezá a enriquecer tus fortalezas, a trabajar tus puntos débiles y a estimar cómo vas a enfrentarte ante los retos; anticipalos y planificá cómo abordarlos.
2. Acelerá tu aprendizaje: Tené un plan de aprendizaje, identificá qué es lo debés conocer de la empresa, de su cultura y su entorno, de tu puesto en específico, los recursos, retos y oportunidades de lo que hacés, cuáles son las expectativas que existen sobre vos y descubrí dónde puedes encontrar y desarrollar ese aprendizaje. Hacé las preguntas necesarias para entender con claridad las situaciones que se presentan. Relacionate con la cultura de la empresa u organización y sé parte de ella.
3.  Asegurá victorias tempranas: concéntrate en una oportunidad de interés para tu área en la cual verdaderamente podés cumplir y entregar un buen resultado que demuestre tus capacidades y valor profesional. Creá tu reputación y credibilidad a base de tu compromiso.
4. Mantené tu equilibrio: hacé un balance de cómo te sentís con respecto a la transición e identificá los factores de éxito o de vulnerabilidad. Analizá que ha salido bien y qué podrías mejorar y alinealo con las oportunidades de aprendizaje. Y no olvidés mantener el balance con tu vida personal y familiar.
5. Acelerá la transición de todos: tené presente que, así como vos te estás adaptando a un nuevo empleo, tu equipo de trabajo, tu jefe y hasta tu familia también se están acostumbrando a verte en una nueva faceta, a interactuar en una nueva dinámica de trabajo y a convivir en nuevas relaciones. Hablá con ellos y obtené feedback sobre cómo podés hacer que las cosas se mantengan en estado óptimo para para seguir construyendo valor en conjunto.
Los primeros 90 días son vistos frecuentemente como un periodo de evaluación, y si bien es cierto hay mucha ansiedad, ambiciones y presión porque se está bajo la lupa, también pueden ser un periodo que logre definir el futuro profesional con éxito y fluidez si se logra visualizarlo así. ¡Que no te tome por sorpresa!