Enviaste tu hoja de vida, te llamaron a la entrevista, hiciste las pruebas necesarias y luego de un periodo de angustiosa espera te avisaron que el puesto es tuyo. Colgás la llamada, gritás, saltás, abrazás a quien tenés al lado y luego de unos minutos de euforia pensás: “¿Y ahora qué hago?”. No importa si este es tu primer trabajo, si estás cambiando de empleo, si te promovieron o te trasladaron de departamento o de oficina… Luego de disfrutar esa breve victoria personal tras recibir la buena noticia, viene esa pregunta que te pone a pensar cómo vas a hacer para demostrar que verdaderamente sos la pieza adecuada para el perfil que aplicaste.
Es probable que el futuro te asuste demasiado si te quedás
pensando en esta pregunta, o que incluso te inunde un mar de dudas ante la
incertidumbre y expectativa de lo que viene por delante, pero afortunadamente
existen algunas técnicas recomendadas por expertos que harán que la adaptación
al nuevo empleo sea más fluida y menos escabrosa. Uno de esos expertos es Michael
D. Watkins, un autor de Harvard Business Review Press especializado en la
aceleración de la incorporación y la transición en las empresas, y quien en su
ya clásico libro “Los primeros 90 días” explica diez claves para llegar cuanto
antes al llamado “punto de equilibrio” donde podremos aportar un valor similar
al que recibimos de la empresa. A continuación, te presentamos 5 de esos
consejos:
1. Preparate: dejá tus
viejos hábitos atrás y empezá a enriquecer tus fortalezas, a trabajar tus
puntos débiles y a estimar cómo vas a enfrentarte ante los retos; anticipalos y
planificá cómo abordarlos.
2. Acelerá tu aprendizaje: Tené
un plan de aprendizaje, identificá qué es lo debés conocer de la empresa, de su
cultura y su entorno, de tu puesto en específico, los recursos, retos y
oportunidades de lo que hacés, cuáles son las expectativas que existen sobre
vos y descubrí dónde puedes encontrar y desarrollar ese aprendizaje. Hacé las
preguntas necesarias para entender con claridad las situaciones que se
presentan. Relacionate con la cultura de la empresa u organización y sé parte
de ella.
3. Asegurá victorias tempranas: concéntrate
en una oportunidad de interés para tu área en la cual verdaderamente podés
cumplir y entregar un buen resultado que demuestre tus capacidades y valor
profesional. Creá tu reputación y credibilidad a base de tu compromiso.
4. Mantené tu equilibrio: hacé
un balance de cómo te sentís con respecto a la transición e identificá los
factores de éxito o de vulnerabilidad. Analizá que ha salido bien y qué podrías
mejorar y alinealo con las oportunidades de aprendizaje. Y no olvidés mantener el balance con tu vida personal y familiar.
5. Acelerá la transición de todos: tené
presente que, así como vos te estás adaptando a un nuevo empleo, tu equipo de
trabajo, tu jefe y hasta tu familia también se están acostumbrando a verte en
una nueva faceta, a interactuar en una nueva dinámica de trabajo y a convivir
en nuevas relaciones. Hablá con ellos y obtené feedback sobre cómo podés hacer
que las cosas se mantengan en estado óptimo para para seguir construyendo valor
en conjunto.
Los primeros 90 días son vistos frecuentemente como un periodo de
evaluación, y si bien es cierto hay mucha ansiedad, ambiciones y presión porque
se está bajo la lupa, también pueden ser un periodo que logre definir el futuro
profesional con éxito y fluidez si se logra visualizarlo así. ¡Que no te tome
por sorpresa!
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