miércoles, 22 de diciembre de 2010

Habla como un Triunfador (I parte)

Trucos para manejar tus conversaciones (Parte I de III)

Aunque me encanta hablar y escribir, y todo lo que tenga que ver con comunicación es fascinante, he descubierto que muchas personas aún en la adultez tenemos miles de problemas a la hora de conversar. Y eso me frustra, porque el simple hecho de hablar se nos complica no sólo por el tema de turno, sino porque cada individuo entiende y asimila los mensajes de acuerdo a su propio contexto y hasta a su propia conveniencia.
Steve Nakamoto, un experto estadounidense en neurolingüística, escribió un libro titulado “Habla como un triunfador” (Taller del éxito, 2009), en el que nos brinda 21 reglas para hablar exitosamente en nuestro diario quehacer. Si bien no son consejos nuevos ni fuera de lo común, me ha llamado la atención que estén reunidos a manera de compendio coloquial y no dirigidos a formar expertos en el arte de hablar frente a una audiencia.
No entraré en detalles profundos, ya que lo que pretendo es simplificar aún más el listado. Sí que aquí van las reglas y sus consejos, que espero sean provechosos para evitar malentendidos, incomodidades y hasta inconformidades.
1.  PENSÁ. Desarrollá una mentalidad bien orientada: Tu pensamiento es el conductor de tu vida.

Todas las relaciones representan oportunidades; aprovechalas, la gente puede abrirte puertas desconocidas. Algunas relaciones volverán del pasado y podrán molestarte, otras estarán a punto de destruirse, pero todo depende de cómo vos actués y reaccionés ante ellas.

2.  APRENDÉ. Expandé tu nivel de comunicación.
Relacionate con muchas clases de personas para que aprendás diferentes puntos de vista. Esto te dará más apertura y conocimiento. Mientras conversás, escuchá más y hablá menos, así podes aprender estilos de conversación también. Si eres tímido, entonces tratá de hablar más para que ganés confianza, incluso podés practicar contando chistes. Recordá ajustar tu ritmo y volumen de acuerdo al propósito que querés lograr y a las necesidades de quienes te escuchan.

3.  EVALUA. Analizá la clase de situación que estás afrontando.

  • ¿Con quién te estás enfrentando?
  • ¿Cuántas personas van a participar?
  • ¿Cuánto tiempo tenés para hablar?
  • ¿Cuándo y donde estarás interactuando?
  • ¿Qué tipo de actividad se está desarrollando? (formal o informal)
4.  SONREÍ. Iniciá tus conversaciones de manera amistosa.
Una sonrisa y un saludo cálido no cuestan nada y te pueden traer muchos beneficios.

  • Sé vos el primero en saludar (tratar de desarrollar un saludo de categoría y no de muletilla. Preferí un “¡Qué bueno verte!” a un simple “¿Qué tal?” –dependiendo de la ocasión, claro está).
  • Da una sonrisa genuina -nunca una falsa-. Y recordá sonreir con tus ojos también.
  • Hablá en tono amistoso, y alegrate por el encuentro. Demostrá entusiasmo.
  • Llamá a las personas por su nombre. Ese es el sonido más lindo para ellas.
5.  SELECCIONÁ. Escogé temas de discusión apropiados.

  • Evitá temas conflictivos, pueden llevar a enfrentamientos fuertes y disgustos. Tené cuidado con los temas sensibles.
  • No comencés imponiendo tus opiniones. Y si debes hacerlo, advierte con anterioridad de que lo que vas a decir es sólo tu opinión.
  • Enfocate en los temas de interés para los demás.
  • Manejá el tema que propusiste para conversar. Normalmente uno habla de cosas que sabe y domina. Esto te ayudará a controlar el lado positivo de la situación.
  • Permanecé actualizado de lo que sucede en el mundo. Nunca sabrás cuándo tenés que referirte a alguno de los asuntos de actualidad.
  • No dediqués mucho tiempo en asuntos sin importancia para que no parezca que sos una persona superficial, vacía o frívola.
6.  CAUTIVÁ. Ganate la atención de tus oyentes.
No por el hecho de que vos querás hablar, los demás estarán muriéndose de las ganas de escucharte. Además, la gente tiene espacios muy cortos de atención; enriquecélos y aprovechalos:

  • Comenzá con un saludo breve e intervenciones cortas. Esto te allana el camino para entrar al tema de fondo.
  • Podés hacer un enunciado fuerte para captar la atención del oyente: “¡Están carísimas las medicinas! En la farmacia de la esquina…”.
  • Hacé preguntas que impacten: “¿Alguna vez has hecho canopy?”
  • Compartí un secreto; la gente se siente importante y presta atención cuando tiene información privilegiada.
  • Usá noticias atractivas (del tipo casos insólitos, escándalos, deportes, etc.). La gente pocas veces se interesa por noticias trágicas. La curiosidad es un asunto inherente al ser humano.
  • Hacé que la gente se ría, los mantendrás activos y metidos en la conversación.
  • Demostrá tu interés en un tema, la gente que habla con convicción atrae la atención de los demás
7.  EXPRESALO. Aprendé a decirlo de manera acertada
Comunicar no se trata de impresionar, sino de expresar (si expresas bien, impactas):

  • Enfocate más en ser expresivo, pero nunca exageres y mucho menos mientas.
  • Decí lo importante sin tanta demora, no andés con rodeos o por las ramas.
  • Pulí tu lenguaje, sé directo, pero nunca ofensivo. En lugar de decir “¡Sobre mi cadáver!” decí “Mi respuesta es No”.
  • Desarrollá una buena clase de humor.
  • Aprendé una palabra nueva cada día. Enriquecerás tu vocabulario.




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