jueves, 20 de enero de 2011

Mercadotecnia y Humor; Glosario Sintético

Definiciones simpáticas, claras y esclarecedoras de términos comunes, basados en el marketing femenino:


  1. Ves a un hombre en una fiesta, te le acercás y le decís “Beso muy bien”. Esto es marketing directo.
  2.  Estás en una fiesta con un grupo de amigas y ves a un tipo muy atractivo. Una de tus amigas se acerca a él, te señala a vos y le dice: “Ella besa muy bien”. Esto es publicidad.
  3. Ves aun hombre en una fiesta. Te le acercás y le pedís su número de teléfono. Al día siguiente lo llamás y le decís: “¡Hola! Beso muy bien”. Eso es telemarketing.
  4. Estás en una fiesta y ves un tipo muy atractivo que conocés. Te acercás a él, le refrescás la memoria y le decís: “¿Te acordás que beso muy bien?”. Esto es Customer Relationship Management (CRM).
  5. Estás en una fiesta y ves un tipo muy atractivo. Te levantás, te arreglás el vestido, te acercás a él, le servís una copa, le ofrecés un cigarrillo, admirás su traje, le dices lo bien que huele, le arreglas la corbata, y rozando su brazo le decís: “A propósito, beso muy bien”. Eso son relaciones públicas.
  6. Estás en una fiesta, ves un tipo muy atractivo, te acercás a él y le decís: “Beso muy bien”, y además le guiñás un ojo. Eso es merchandising.
  7. Estás en una fiesta y ves un tipo muy atractivo. Él se acerca a vos y te dice: “Me han dicho que besas muy bien”. Esto branding, reconocimiento de marca.
  8. Estás en una fiesta y tus ojos se posan en un hombre. Te acercás y lo convencés de que invite a salir a tu mejor amiga. Esto es representación de ventas.
  9. Tu amiga no le gusta y él te llama a vos. Esto es soporte técnico.
  10. Al volver a casa en tu auto luego de asistir a una fiesta, te das cuenta de que podría  haber muchos hombres en cada una de las casas que vas viendo en el camino. Te detenés, bajás del carro y en medio de la calle gritás a todo pulmón: “¡¡¡BESO MUY BIEN!!!”. No lo hagás; esto es SPAM.
  11. Estas en una fiesta. Un tipo se acerca a vos y te dice: “Beso muy bien. Soy muy bueno en la cama, y aguanto toda la noche sin parar”. ¡Cuidado! Eso es publicidad engañosa.
Fuente: Selecciones, Reader’s Digest (Mayo 2007). Humor en la Red. p.144.
Incluye adaptación de algunos términos.
Ahora sí, después de un poco de humor, los términos verdaderos. Podés encontrarlos en Glosario de Términos de Mercadotecnia http://www.infosol.com.mx/espacio/cont/glosario/menu.html


miércoles, 12 de enero de 2011

¿Relaciones públicas en la Iglesia? Más que necesarias, obligatorias

No es que quiera ponerme religiosa ni mucho menos, pero desde hace un mes hay un asunto que viene oliendo a alboroto en la iglesia de mi comunidad, y no se trata de otra cosa que falta de visión, compromiso y sentido común.
 

Pbro. Freddy Chacón Serrano;
un líder en todas sus facetas de vida.
Sus experiencias en sus propias palabras.
Resulta que luego de catorce años y por motivos que no se conocen -y que de conocerlos no tendrían justificación-, han cambiado al cura párroco de la iglesia. Tengo que decir que Santo Domingo verdaderamente contaba con un guía y mentor genuino, no solamente un sacerdote más. Y aunque nuestra parroquia siempre ha contado con excelentes pastores, el Padre Freddy se convirtió en nuestro amigo y compañero. Siempre se ha caracterizado por ser una persona enormemente ecuánime, estudiosa de todos los temas que pudiera llegar a conocer, desde los propios asuntos de doctrina y dogma católicas, hasta música popular, ciencia, cultura, psicología, relaciones humanas, literatura, pedagogía y demás. Su apertura al diálogo con practicantes de todas las religiones y denominaciones siempre me impresionó, porque ha demostrado que ser creyente no tiene nada que ver con fanatismo. Al contrario, ser creyente conlleva a practicar lo que se cree, y a compartir con otros tanto la visión propia como a aprender de la ajena. Conversar con él es una real exquisitez! (tan lindo y enriquecedor como lo es conversar con cualquier adulto mayor también).

Su personalidad alegre y jovial, aunada a su profunda formación le hizo ganarse el respeto de todos los domingueños, fueran a misa o no, estuvieran en las calles o no, lo conocieran o no. En una palabra, es lo que podemos definir como un líder. Sí, porque su carisma logró que tuviera seguidores y admiradores, algo que no muchas personas pueden lograr ni en sus propios hogares o trabajos.

Procesión frente a la Iglesia del Rosario,
Santo Domingo de Heredia
Supo valorar los intereses de la comunidad en cuanto a prácticas catequizantes: nunca redujo los horarios de las misas, acercó a jóvenes a la iglesia y a los ricos con los pobres (y en este cantón hay muchos de ambos), y fortaleció las procesiones con sus prédicas (Santo Domingo es una de las pocas ciudades donde todavía existe la costumbre de realizar procesiones en Semana Santa y en algunos otros santorales y días festivos, incluso hay visitantes del resto del país y fuera de él que vienen a apreciar una fiesta que va más allá del cumplimiento religioso; porque la gente decora y engalana las calles con flores, globos y altares, hay un grupo que se dedica a vestir las bellas y artísticas imágenes de tamaño real, aún hay niños que desean ser monaguillos para sonar las matracas y "lanzar" el incensario lleno de humo a la gente, suena como un hermoso pueblito antiguo, verdad?). Con esto no quiero decir que la gente hiciera con él lo que quisiera, por el contrario, él supo cómo podía maximizar toda su experiencia y capacidad evangelizadora con las oportunidades que nuestra comunidad brindaba.

Pues bien, resulta que por ordenamiento de la arquidiócesis, lo han trasladado de parroquia -donde tendrán el gusto de convivir con él-, y ahora viene otro sacerdote a hacerse cargo de nuestra comunidad. Cuentan los rumores (porque yo no he logrado ver nada todavía, aunque las fuentes son muy confiables) que el nuevo párroco ha enviado una carta comunicando sus nuevas disposiciones. Y dentro de ellas se mencionan cosas como que eliminaría la misa diaria de ocho de la mañana (la que se llena a media iglesia con señoras de más de 70 años en promedio, las mismas que oran por todos nosotros), la Hora Santa de los jueves (una práctica de fe que cualquier parroquia desearía con volver a contar en estos días), los grupos apostólicos, y las procesiones. La reacción: incomodidad y rechazo total de parte del pueblo.

Desde el punto de vista de las relaciones públicas, podemos ver cómo un mal manejo de la comunicación y la premura pueden dar al traste con la imagen personal de una persona que debe ser guía (espiritual y comunal), y de cómo tal acción puede repercutir dolorosamente en el proceso de diálogo y conciliación. A fin de cuentas el público meta en cuestión es toda una parroquia (creyentes practicantes) y el externo toda una comunidad (un distrito entero). Un poquito de espera e investigación -aunque lo más sencillo y fácil es la simple observación-, le podrían dar una visión más completa y acertada al nuevo cura párroco: vería que las señoras que van a misa lo hacen primero por su fe, y luego porque es casi la única actividad social que tienen ("marketing relacional"). Muchas se levantan y se arreglan para salir a misa porque es la única actividad que hacen fuera de sus hogares, junto con los menesteres de compras. es allí donde aunque sea por una hora y con pocas palabras entre sí pueden ver y saludar a sus congéneres, y sentir que todavía participan de una sociedad acelerada que a menudo las ignora o las deja en el letargo.

Procesión del Santo Entierro - Viernes Santo
(la cimarrona local toca "El Duelo de la Patria")


Imágenes y procesiones en Santo Domingo
(no es un video bien editado, pero captura la esencia)

Podría ver que la experiencia de las procesiones no es tan aburrida ni monótona como parece, sino que es atractiva y evangelizadora -y si aprecia el arte, se daría cuenta de que las imágenes son impecablemente bellas, aunque la imagen de Jesús Nazareno es completamente de una dimensión espectacular: tiene más de 330 años-. Si no fuera por esta recreación ilustrativa de los tiempos bíblicos muchos ni se acercarían a la iglesia, otros no interiorizarían la Pasión de Nuestro Señor, y otro tanto ni le dedicaría tres días a su fe (si se tratara de una actividad empresarial, estaríamos hablando de una feria o actividad de puertas abiertas. Y también, tomando en cuenta que estas procesiones con muy buscadas y reconocidas, podemos ver un claro "reconocimiento de marca" en esta parroquia). Por otra parte, podría ver que es una bendición y casi un milagro que sean los jóvenes los que se encarguen de decorar la iglesia y organizar actividades de acercamiento entre los habitantes (un grupo de interés muy destacado que logra hacer teambuilding o integración de equipos, no les parece?).  Y que todas esas actividades, la Hora Santa, y las ocasiones para compartir con la comunidad son oportunidades para crear CRM (Customer Relationship Management, o gestión de relaciones con el cliente). Y finalmente, se hubiera percado de que enviar una carta como la mencionada, con anuncios como los alegados, sería SPAM o publicidad no deseada, y de la cuál muchos querrán desinscribirse.

De corazón, como cristiana católica, creyente y practicante me duele ver que tales atrocidades podrían pasarle a nuestra iglesia -sería un desperdicio de recursos ya probados y comprobados-. Y como profesional de la comunicación me sorprendo más porque no puedo concebir cómo una vocación como la sacerdotal -que está llamada a acercar y unificar, y que depende de las relaciones públicas al ciento por ciento- podría tirar por la basura toda la capacidad y potencial que un pueblo le ofrece para que ejerza el llamado que atendió, la profesión que escogió, y la labor que se le asignó.

Que nos sirva de experiencia para reconocer que nuestra labor como servidores públicos -sea en asuntos de fe, de gobierno, de salud, comerciales, y hasta como simples seres humanos- es una pieza entera entre lo que somos y lo que hacemos, lo que damos y lo que obtenemos. En un sólo caso vemos un ejemplo de éxito, y otro de lo que hasta ahora es deséxito y bien podría terminar en fracaso.

(Esta historia continuará cuando conozcamos al nuevo sacerdote...)



PD: al Padre Freddy le estaré eternamente agradecida por darme una cátedra de humanismo, profesionalismo, e integridad, a través de sus pláticas, sus prédicas y su ejemplo (aún cuando nunca se lo propuso).



martes, 11 de enero de 2011

Habla como un Triunfador (III parte)

Trucos para manejar tus conversaciones (Parte III de III)

El hombre sabio no da las respuestas,
formula las preguntas adecuadas.
-Claude Li-Strauss
Antroólogo social francés

15. CUESTIONÁ. Planteá preguntas que ayuden a incrementar el ritmo de la conversación.
Las preguntas te ayudan a mantener el enfoque y el rumbo de la conversación. “Una pregunta respetuosa e inteligente generará una respuesta correspondiente”.

  • Preguntá con intenciones sanas. Si preguntás es porque te interesa saber, no porque querés dejar en evidencia a los demás, y mucho menos para montar trampas. Si tenés que preguntar por información delicada, hazlo con tacto e inteligentemente.
  • Manejá la respuesta “Yo no sé”. Es cierto que a menudo la gente la usa como muletilla para no responder, y en ocasiones también es porque en realidad no saben. Pero podés abordarla de otro modo como “Bueno, ¿Pero qué harías si…?” o “Sólo imaginate que…”. De esta manera los demás podrán ponerse en otra posición y elaborar sus respuestas un poco mejor. Si estás conociendo a otras personas puedes usar preguntas similares para saber cómo son y cuál es su modo de pensar (“¿Qué harías si tuvieras sólo un día más de vida, con quién lo pasarías y porqué?” o “¿Si tuvieras que donar un órgano lo harías?”). Estas son preguntas que siempre garantizan una conversaron interesante, y evitan silencios incómodos.
  • Tratá de formular las preguntas de una manera que la gente sienta que tiene la respuesta, así sentirán menos timidez al responder. Y usas un modo humorístico podrás acercarte aún más.
16.  EVALUÁ. Descubrí el mensaje implícito.
Este punto no se trata sobre sacar conclusiones ni asumir (estos son hábitos dañinos para la comunicación), sino de comprender y capturar el mensaje y el contenido de lo que recibes.

  • Medí los niveles de estrés -los tuyos y los de los demás-. Esto podría condicionar la forma en que hablas (a más tensión más aceleración, menos tolerancia y paciencia).
  • Dale a la gente la oportunidad de descargar su tensión. Un poquito de escucha a menudo hace que nos sintamos mejor y mucho más desahogados. No es que te conviertas en paño de lágrimas, porque esto podía ser toxico, sino que estés abierto a que otros puedan compartir contigo su malestar (esto quiere decir que te tienen confianza y que representas un apoyo para ellos).
  • Ten presente que lo que para vos puede ser un asunto sin importancia, para otros puede ser algo crítico, así que sé sutil, y sobre todo, no tomes las cosas a nivel demasiado personal (ni las defendás como tu vida, ni te ofendás por la opinión de otros). Además, es recomendable que aclarés el significado o interpretación de términos y frases que usés, para evitar malentendidos.
  • Aprendé a distinguir cuando la gente está siendo amable contigo (y no participa con interés de la charla) o  cuando están siendo eufóricos. Ambos casos son señales para que concluyas pronto.


17.  ALINEATE. Buscá el campo en común.
Existen cuatro patrones de conversación:

a.  Igualdad total: todas las partes concuerdan en todo.
b.  Sólo diferencias: ninguna parte concuerda en nada.
c.  Igualdad con excepciones: las partes tienen muchas en común y pocas diferencias.
d.  Diferencias con excepciones: las partes tienen muchas diferencias y pocas en común.

Para mantener una conversación resistente:

  • Buscá aquello en que SI estás de acuerdo y compartilo.
  • Demostrá lo que te agrada y admiras de la conversación o de la otra persona.
  • Hacé que la otra parte se sienta entendida verdaderamente (empatía).
  • Reducí el uso de la palabra “pero” porque resulta un tanto conflictivo. Mejor unificá con “y” (Nota la diferencia de todo en la siguiente oración con sólo cambiar la conjunción: “Me gustan tus ideas, pero son un poco rebuscadas” > “Me gustan tus ideas y son un poco rebuscadas”).
18.  RESPONDÉ. Escogé la contestación adecuada.
Tomá el tiempo necesario para aclarar y ordenar tus pensamientos antes de responder (o como decimos popularmente, conectá la lengua al cerebro). Todo lo que tenés que determinar es lo que la otra persona quiere decir exactamente, y tu respuesta más apropiada a dicha situación.

  • Pensá antes de contestar: ¿Qué voy a decir? ¿Por qué lo voy a decir? ¿Es lo que quiero decir? ¿Cómo lo voy a decir?
  • Deja que otros tengan la razón la mayoría de las veces, y admití cuando te has equivocado (no les digas que están equivocados. Recordá que la verdad absoluta no existe).
  • Reforzá a la otra persona con un elogio. Nuevamente esta es una herramienta sincera y poderosa que hará que ambos crezcan en su experiencia comunicativa. Con esto demostrarás que has puesto atención y respeto a los demás (lo que habla muy bien de vos y hace que los otros se sientan bien consigo mismos).
  • Tené en cuenta lo que te dicen. Si revisas brevemente y hacés un resumen de la conversación ayudarás a clarificar interpretaciones.
  • No matés el entusiasmo con consejos que no te han pedido.
  • Recordá que a veces es mejor no decir nada.
19.  CERRÁ. Finaliza con un mensaje memorable y efectivo.
La primera impresión cuenta mucho, pero la última también es definitiva.

  • Recuerda tu parte favorita de la conversación y comunicala a los demás.
  • Compartí las cosas que más te impactaron.
  • Hacé un cierre especial.
  • Tratá de dejar un a sonrisa (o mejor una risa) en los rostros de los demás.
  • Expresá tu deseo por repetir la ocasión.
20.  MEDITÁ. Encontrá el valor de toda conversación.

  • ¿Qué hiciste bien?
  • ¿De qué podés estar orgulloso?
  •  ¿Cómo puede ser útil esto en el futuro?
  • ¿Cuál es la parte divertida de la conversación?
  • ¿Como puede servirte de inspiración?
  • ¿Como le puede servir a otros?
21. TRIUNFÁ. Construí tu reputación conversación tras conversación.

  • Incrementá el número de conversaciones. Buscá oportunidades para dialogar, retate a vos mismo.
  • Aprendé de todas las experiencias.
  • Aceptá los estancamientos; esos momentos donde no hay manera de que la conversación avance (en realidad son oportunidades de perseverancia).
  • Fortalecé tu positivismo con tu forma de pensar, no te desalentés nunca.
  • Celebrá hasta tus triunfos más pequeños.



viernes, 7 de enero de 2011

Habla como un Triunfador (II parte)

Trucos para manejar tus conversaciones (Parte II de III)


8.    IMPACTÁ. Decilo con una emoción que deje huella.
Hablar exitosamente va más allá de abrir la boca y ser coherente; requiere ser consistente con la expresión corporal (gestos faciales, movimientos, contacto visual, etc.).

  • Mantené un balance sano entre el humor y la seriedad. Esto quiere decir que puedes recurrir al humor sin caer en tonterías, y ser serio sin ser odioso o monótono (podrías llegar a aburrir).
  • Empleá la energía sin confundirla con ansiedad (el exceso en efusividad podría hacerte ver como una persona sobreactuada o excéntrica).
  • Demostrá autoconfianza sin ser arrogante.
  • Recordá que podés ser informal pero nunca descuidado.

9.    REVIVÍ. Contá historias personales que motiven.
Contar historias siempre es revivirlas, y la gente puede llegar a sentirse muy bien cuando se las compartís de forma interesante.

  • Comenzá diciendo que tu relato será rápido, y haz que sea rápido. Las historias largas como de novela son aburridas y a menudo pierden el sentido. Así que cuentes tantos pormenores, sólo los detalles necesarios (trata de durar menos de un minuto).
  • Reviví el momento de la acción inmediatamente: mencionalo en los primeros diez segundos.
  • Repetí los diálogos exactamente como sucedieron (no los parafrasees porque perderán impacto), además, si puedes trasmitir el drama empleando la gesticulación será más divertido y real. Incluso puedes agregar los diálogos internos que tuviste contigo mismo.
10.    OBSERVÁ. Reconocé cuándo la gente no se está involucrando.
Es muy importante que mantegás una observación cuidadosa para que puedas distinguir cuando debés hacer ajustes para mejorar resultados. ¿Cómo está respondiendo la audiencia?

  • Prestá atención a las expresiones faciales de los oyentes. ¿Están interesados, indiferentes, aburridos o molestos?
  • Verifica que haya contacto visual con los interlocutores. Si no te están viendo puede ser que también estén realizando otras tareas, o que definitivamente no lograste acaparar su atención.
  • Autoevalúate rápidamente: ¿Estás siendo muy serio? ¿Estás muy cerca e invadiendo sus espacios personales? ¿Tenés problemas de presentación personal que hacen que los demás se alejen de vos?
11.   AJUSTÁ. Conseguí que el auditorio participe más.
¿Has estado en “conversaciones” de tipo monólogo, esas en las que sólo una persona habla? Son tan aburridas porque no hay oportunidad de participar ni aportar opiniones. Si querés que tu conversación sea memorable, entonces dejá que otros intervengan también.

  • Permití espacios para participación, e invitá a que los demás expongan sus puntos de vista.
  • Asegurate de que quienes te escuchan estén cómodos (tendrán mejor atención y fluidez de pensamiento.
  • Pedí opiniones a tus oyentes.
  • Verificá el nivel de atención con preguntas sencillas como. “¿Me comprendés?”, “¿Verdad?”, “¿Estás de acuerdo conmigo?”.
  • Cambiá el tema a uno más apropiado si el que estás desarrollando se te dificulta para desarrollar.
  • Desarrollá alguna actividad con la audiencia. Esto hará que mejoren su postura y participen más activamente en la escucha.
12.   ESCUCHÁ. Transformate en un excelente oidor.
Uno de los mejores regalos que podés darle a otra persona es prestarle tu atención sinceramente. Lo harás sentir importante, y le demostrarás que verdaderamente te interesa.

  • Prestá TODA tu atención a quien te habla. Trata de ser exclusivo, no de repartirte entre varios intereses a la vez. Transmite paciencia y entendimiento.
  • Brindá retroalimentación positiva verbal y no verbal (la atención se demuestra, no es un acto de solamente oir).
  • Evita “ensayar” o sobrepensar lo que vas a responder, porque podrías desviar tu atención hacia lo que querés decir en vez de mantenerte alerta a lo que debés escuchar.
  • Tratá de entender a los demás primero, antes de buscar que los demás te entiendan  a vos. En esto radica la empatía.
  • No interrumpás cuando otros hablan, no sólo porque es de mala educación, sino porque cortas sus pensamientos y puedes dar al traste con el punto que querían exponer. No es bonito que a uno lo dejen con las palabras en la boca luego de haber sacado un tiempito para pensar y hablar.
  • Si de verdad querés comprobar que comprendiste el mensaje, repetí para ti mismo o que te acaban de decir, y verás que lograrás mejor retención (a veces terminamos una conversación y a los dos minutos no nos acordamos qué fue lo que nos dijeron o lo que hablamos).
13.   CONTROLÁ. Evitá que la conversación se vuelva negativa.
Mantené la dirección de la conversación. Ese es un vehículo de comunicación. Por otra parte, una conversación que se desvía por mal camino puede terminar con buenas relaciones y hasta con reputaciones.

  • Evitá las quejas persistentes y las críticas; son hábitos feos e incómodos.
  • Admití que tienes debilidadesde antemano. Siempre es útil aclarar que lo vas a decir es sólo una opinión, que no eres experto en el tema en cuestión, o que definitivamente no querés parecer perfecto o arrogante, pero que según tu punto de vista…
  • Buscá un punto de acuerdo en la discusión y luego cambia de tema. Sé conciliador.
  • Podés interrumpir una conversación negativa si pedís otro momento y otro lugar para la discusión (en caso de que esto sea posible), o si cierras rápidamente la cuestión con una frase como “Sé que no queremos ser negativos respecto a este tema, pero ya empezamos a sonar así”.
14.   FELICITÁ. Asegurate de que otros se sientan apreciados.
Al igual que cn la escucha activa y participativa, podés ganar puntos con los demás si les das elogios sinceros (no manipulativos).

  • No esperés mucho para dar tus cumplidos, hazlo inmediatamente y en términos sencillos. Si suenan muy elaborados podrá parecer que querés impresionar en vez de alagar.
  • Encontrá una variedad de cosas para decir de acuerdo a lo que querés elogiar. Hay muchas categorías de elogios, como por ejemplo la apariencia, las acciones, las posesiones, los rasgos del carácter, el estilo, etc.
  • Tratá siempre de hacerlo de una manera única, no de usar un cliché.
  • Si das tu elogio en público (siempre que la situación sea apropiada) tendrás un efecto muy poderoso en quien lo recibe. Si lo haces por escrito también podrás impactar a esa persona por mucho y de una manera muy especial.
  • Podés dar buenas noticias sobre alguien más; esa es otra manera de elogiarlo: replicando sus parabienes.