viernes, 3 de agosto de 2012

A mí no me incluyan, por favor


Necesito manifestarme expresamente. La verdad es que este asunto de la exviceministra de juventud me tiene molesta porque independientemente de si la publicación de su video "íntimo" es una violación a su privacidad, que definitivamente sí lo es, el tema principal no radica en si ella puede hacer lo que le venga en gana y expresar su sexualidad de la manera que mejor le plazca. El meollo del problema es que en su calidad de figura pública representante de la niñez y juventud costarricense, debió haber sido mucho más cuidadosa en la manipulación de sus asuntos privados, más cuando hay archivos de por medio.

Este asunto del video y de las amenazas que supuestamente manifestó contra su "Pequis" y contra su ahora exmarido efectivamente no tienen nada que ver con los resultados de su gestión, hasta ahora desconocidos por cierto. Sin embargo, lo cierto del caso y desde mi punto de vista, es que el haber ocultado a sus superiores la supuesta extorsión de la que fue víctima durante un año, así como las medidas cautelares dictadas en su contra son causantes de la pérdida de confianza de sus superiores. Recordemos el refrán popular "el que calla otorga", y si esta situación o alguna lejanamente similar se hubiera presentado en la empresa privada, a cualquiera de nosotros nos habrían despedido de la misma manera. Y creo que con justa razón.

Por otra parte, creo que se ha hablado mucho de doble moral de parte del gobierno, de los medios y de la misma Costa Rica, cuando en realidad quienes defienden la privacidad de la señora tratan de tapar el sol con un dedo. Al criticar a sus superiores, el despido, el video, etc., etc., etc., estamos dejando del lado que el bendito video, que se acompañó de un supuesto acoso y una supuesta extorsión, se dio en el marco de una infidelidad, suficiente causal de divorcio según nuestras leyes. Y si bien cada quién mata sus pulgas como mejor pueda, no podemos hablar de respeto cuando no se respeta el matrimonio, se esté junto o separado. Según  mi experiencia y a como yo veo la vida, cuando uno no está bien o feliz con alguien o no le funcionan las cosas, luego de haber tratado de resolver lo irreconciliable, la mejor opción es cortar por lo sano y quedar libre para poder emprender un nuevo camino, solo o acompañado. Es muy fácil decir ahora sí estoy con vos o ahora no... Y si los valores de la honestidad, la lealtad y la fidelidad han cambiado o están en ese proceso, pues creo que me quedaré atrás, porque son los principios básicos para caminar con la frente en alto por la vida.  
También me parece que desde hace un tiempo para acá, usamos el tema de los derechos humanos tan ligeramente que nos olvidamos de que también existen deberes y responsabilidades civiles concedidas por nuestros roles personales y profesionales. Independientemente del ámbito privado, no se puede desligar lo personal de lo profesional, pues aunque los resultados de nuestras gestiones no dependan de nuestros actos como individuos, nuestras acciones siempre reflejarán la seriedad y responsabilidad con que asumimos la vida y el trabajo. Ésa es la esencia de la ética, la imagen y la integridad, y si quieren agregar, hasta de la dignidad. Y esta última señores, comienza a valorarse por uno mismo.
En un segundo plano, debo confesar que la posición que ha tomado un sector de nuestra sociedad al salir a "defenderla" y a atacar al gobierno me deja muy claro que el pueblo en nuestro país aún es muy inmaduro para tener una opinión propia. Una gran mayoría de ciudadanos toma la posición de quienes inicialmente se revelan contra el gobierno, simplemente por un descontento popular, y no analizan a profundidad (o analizamos, porque en ocasiones también he caído en la trampa) el trasfondo y el impacto delas cosas. Peor aún, toman el argumento más acomodaticio para opinar y dejan de lado otras variables necesarias que se deben tomar en cuenta para emitir un criterio balanceado (de igual manera, si ella no hubiera sido sancionada o separada, la comidilla contra el gobierno y la Presidenta sería igual de intensa).
En tercer lugar, y muy puntualmente, ¿por qué salieron tantos defensores de la mujer alegando ahora tanta libertad para una sola persona? ¿Dónde han estado en los casos de violencia doméstica? ¿Cuándo organizaron marchas para defender los derechos de las niñas y clamar por mayores penas a sus agresores? ¿Me pueden explicar por qué ahora defienden un video -que sólo ha sido el tope del iceberg- si antes han calificado de mujeres fáciles a tantas otras en situaciones similares o menores? 
Finalmente, quisiera pedirle a quienes consideran que la exviceministra no hizo nada incorrecto, que por favor no utilicen la expresión "Todos somos Karina", porque existimos muchas personas que no coincidimos con suposición, y por lo tanto, no queremos ser incluidas en sus campañas o su discurso. Mejor usen "Yo soy Karina" y nos dejan por fuera. Pues aunque estemos en tiempos de inclusión, hay momentos donde algunos preferimos no ser tomados en cuenta, por convicciones propias.


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PD: No voy a entrar en la discusión de la separación de la exviceministra fue una decisión machista, o de si se debió aplicar lo mismo al diputado que hace poco vio difundidas en la red unas supuestas fotografías íntimas suyas, o de si debería separar a otros ministros por el descontento popular, porque esos temas realmente me parecen ardides publicitarios (las fotos son por mucho más manipulables que un video, y quienquiera que haya trabajado en un departamento de mercadeo sabe que una "recomendación" o "fe de servicio"-como quieran llamarle-, es lo más normal y lo más confiable a la hora de presentar una oferta a un nuevo cliente). Ah se me olvidaba... por más que me encante el fútbol, para mí el caso en cuestión es muy comparable con el caso de los futbolistas que vuelan patadas cuando se pelean con sus contrincantes, o los que portan armas o los que andan ebrios al volante amenazando la vida de terceros. No es inmadurez; es egocentrismo y falta de sentido común.





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