Necesito
manifestarme expresamente. La verdad es que este asunto de la exviceministra de
juventud me tiene molesta porque independientemente de si la publicación de su
video "íntimo" es una violación a su privacidad, que definitivamente
sí lo es, el tema principal no radica en si ella puede hacer lo que le venga en
gana y expresar su sexualidad de la manera que mejor le plazca. El meollo del
problema es que en su calidad de figura pública representante de la niñez y
juventud costarricense, debió haber sido mucho más cuidadosa en la manipulación
de sus asuntos privados, más cuando hay archivos de por medio.
Este
asunto del video y de las amenazas que supuestamente manifestó contra su
"Pequis" y contra su ahora exmarido efectivamente no tienen nada que
ver con los resultados de su gestión, hasta ahora desconocidos por cierto. Sin
embargo, lo cierto del caso y desde mi punto de vista, es que el haber ocultado
a sus superiores la supuesta extorsión de la que fue víctima durante un año,
así como las medidas cautelares dictadas en su contra son causantes de la
pérdida de confianza de sus superiores. Recordemos el refrán popular "el
que calla otorga", y si esta situación o alguna lejanamente similar se
hubiera presentado en la empresa privada, a cualquiera de nosotros nos habrían
despedido de la misma manera. Y creo que con justa razón.
Por
otra parte, creo que se ha hablado mucho de doble moral de parte del gobierno,
de los medios y de la misma Costa Rica, cuando en realidad quienes defienden la
privacidad de la señora tratan de tapar el sol con un dedo. Al criticar a sus
superiores, el despido, el video, etc., etc., etc., estamos dejando del lado
que el bendito video, que se acompañó de un supuesto acoso y una supuesta extorsión, se dio en el marco de una infidelidad, suficiente causal de divorcio según
nuestras leyes. Y si bien cada quién mata sus pulgas como mejor pueda, no
podemos hablar de respeto cuando no se respeta el matrimonio, se esté junto o
separado. Según mi experiencia y a como yo veo la vida, cuando uno no
está bien o feliz con alguien o no le funcionan las cosas, luego de haber
tratado de resolver lo irreconciliable, la mejor opción es cortar por lo sano y
quedar libre para poder emprender un nuevo camino, solo o acompañado. Es muy
fácil decir ahora sí estoy con vos o ahora no... Y si los valores de la
honestidad, la lealtad y la fidelidad han cambiado o están en ese proceso, pues
creo que me quedaré atrás, porque son los principios básicos para caminar con
la frente en alto por la vida.
También
me parece que desde hace un tiempo para acá, usamos el tema de los derechos
humanos tan ligeramente que nos olvidamos de que también existen deberes y
responsabilidades civiles concedidas por nuestros roles personales y profesionales.
Independientemente del ámbito privado, no se puede desligar lo personal de lo
profesional, pues aunque los resultados de nuestras gestiones no dependan de
nuestros actos como individuos, nuestras acciones siempre reflejarán la
seriedad y responsabilidad con que asumimos la vida y el trabajo. Ésa es la
esencia de la ética, la imagen y la integridad, y si quieren agregar, hasta de
la dignidad. Y esta última señores, comienza a valorarse por uno mismo.
En
un segundo plano, debo confesar que la posición que ha tomado un sector de nuestra
sociedad al salir a "defenderla" y a atacar al gobierno me deja muy
claro que el pueblo en nuestro país aún es muy inmaduro para tener una
opinión propia. Una gran mayoría de ciudadanos toma la posición de quienes inicialmente
se revelan contra el gobierno, simplemente por un descontento popular, y no
analizan a profundidad (o analizamos, porque en ocasiones también he
caído en la trampa) el trasfondo y el impacto delas cosas. Peor aún, toman el
argumento más acomodaticio para opinar y dejan de lado otras variables
necesarias que se deben tomar en cuenta para emitir un criterio balanceado (de
igual manera, si ella no hubiera sido sancionada o separada, la comidilla
contra el gobierno y la Presidenta sería igual de intensa).
En
tercer lugar, y muy puntualmente, ¿por qué salieron tantos defensores de la mujer
alegando ahora tanta libertad para una sola persona? ¿Dónde han estado en los
casos de violencia doméstica? ¿Cuándo organizaron marchas para defender los derechos
de las niñas y clamar por mayores penas a sus agresores? ¿Me pueden explicar
por qué ahora defienden un video -que sólo ha sido el tope del iceberg- si
antes han calificado de mujeres fáciles a tantas otras en situaciones similares
o menores?
Finalmente, quisiera
pedirle a quienes consideran que la exviceministra no hizo nada incorrecto, que
por favor no utilicen la expresión "Todos somos Karina", porque
existimos muchas personas que no coincidimos con suposición, y por lo tanto, no
queremos ser incluidas en sus campañas o su discurso. Mejor usen "Yo soy
Karina" y nos dejan por fuera. Pues aunque estemos en tiempos de
inclusión, hay momentos donde algunos preferimos no ser tomados en cuenta,
por convicciones propias.
---
PD: No voy a
entrar en la discusión de la separación de la exviceministra fue una decisión
machista, o de si se debió aplicar lo mismo al diputado que hace poco vio
difundidas en la red unas supuestas fotografías íntimas suyas, o de si debería
separar a otros ministros por el descontento popular, porque esos temas realmente
me parecen ardides publicitarios (las fotos son por mucho más manipulables que
un video, y quienquiera que haya trabajado en un departamento de mercadeo sabe
que una "recomendación" o "fe de servicio"-como quieran
llamarle-, es lo más normal y lo más confiable a la hora de presentar una
oferta a un nuevo cliente). Ah se me olvidaba... por más que me encante el fútbol, para mí el caso en cuestión es muy comparable con el caso de los futbolistas que vuelan patadas cuando se pelean con sus contrincantes, o los que portan armas o los que andan ebrios al volante amenazando la vida de terceros. No es inmadurez; es egocentrismo y falta de sentido común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario