En mi caso particular, yo me desvivo por la lectura, como ya habrán descubierto en mis posts anteriores, y aprecio estos audiovisuales desde varias aristas que siempre convergen en la comunicación: como intérprete del lenguaje, como relacionista pública, como productora audiovisual y como espectadora, estas narrativas son tan ricas porque conectan emocionalmente a la audiencia con los protagonistas, con la escena y con la trama intensa que no cesa de transmitir un mensaje.
Si la pasión por la lectura y la escritura puede narrarse de forma condensada y plasmarse visualmente, estos son dos claros ejemplos. Así que disfruten estos minutos y deleiten sus sentidos con estas dos maravillas.
The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore (2011)
Paperman (2012)
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